Hoy en día los consumidores quieren relacionarse con marcas auténticas y de calidad, pero también buscan que estas se alineen a los valores que ellos manejan. Es por esto que se vuelve importante para cada marca contar con un balance tanto de la marca interna con la externa.
Datos recopilados por The Chartered Institute of Marketing reflejan que, solo el 55 por ciento de las empresas realmente consideran que sus estructuras interna y externa están alineadas.
Pero ¿Qué sucede cuando nuestra marca no se encuentra en armonía?
Resulta que los consumidores empiezan a notar esta deestabilidad en su identidad corporativa y de forma razonable deciden no interactuar más con esta.
Tan solo hay que considerar cuantas marcas han quedado expuestas por su mala comunicación organizacional, muchos consumidores la piensan dos veces antes de seguir consumiendo sus productos o servicios.
¿Cómo alineo mi marca interior, con la exterior?
Lo más relevante siempre será que el mensaje de la empresa esté alineado a los valores de la empresa y que realmente se respeten esos valores tanto en la operación como en la conducta de los empleados y ejecutivos.
Este proceso de comunicación se enfoca en la emisión y recepción de mensajes dentro de una empresa u organización. Sobre todo, tiene el propósito de que esta sea beneficiosa y positiva para ambas partes.
No solo se trata de que todos los colaboradores se lleven bien y tengan buena interacción entre ellos. Se trata de aprender a trabajar en equipo, que todos los esfuerzos estén alineados en un mismo propósito; sacar adelante una marca.
La comunicación organizacional es muy relevante para aquellas marcas que buscan mejorar su rendimiento y optimizar la eficiencia de sus resultados.
Existen diferentes tipos de esta y dependiendo de la estructura de la empresa es que esta varía. Por ejemplo, la comunicación vertical se da en empresas con jerarquía descendente o ascendente; de miembros de menor rango a mayor o viceversa.
Así mismo, la comunicación horizontal se da entre miembros que pertenecen a la misma jerarquía. Tanto esta como la comunicación vertical son parte de la comunicación interna; y a su vez esta puede ser formal o informal.
Por otro lado, está la comunicación externa, la cual en general se dedica a intercambiar información con clientes u otras corporaciones. Dependiendo de la efectividad de esta se crea una buena o mala imagen corporativa en el ojo público.
Logra la estabilidad de tu marca:
Desde los valores de la empresa, hasta los objetivos y los esfuerzos de marketing deben estar alineados y en coherencia, para que tu marca cuente con estabilidad tanto interna como externa.
Para lograr este objetivo deberás combinar creatividad y estrategia, no importa que tengas el concepto más creativo si no sabes implementarlo en tu campaña de forma estructurada.
Apóyate de los diferenciadores de tu producto, ¿Qué te destaca de la competencia y te hace único?
Estas características son justo las que te ayudarán a posicionar tu marca en un sector competitivo. Al mismo tiempo te ayudarán a encontrar tu Promesa Única de Valor, y proporcionar experiencias y soluciones a tus consumidores.
Conocer y explotar las características de tu marca pueden ser tareas difíciles, sobre todo porque debes evitar caer en la exageración.
Es normal que, toda persona crea que su hijo es el más bonito, pero esto puede cegarte. El punto es dispersar este panorama para ver con claridad la situación actual de la marca y poder detectar los puntos a mejorar.
Toda marca puede ser capaz de mejorar sus estructuras interna y externa para lograr resultados satisfactorios, solo se trata de dedicar tiempo y esfuerzo.