Toda marca debe contar con un manual o plan de crisis; una herramienta especial para impulsarla en los peores momentos. El diseño gráfico se ha convertido en uno de los esfuerzos más importantes para salvar la reputación de una empresa.
Considerando que cada vez las demandas y hábitos del consumidor evolucionan a un ritmo más acelerado, es obvio que el diseño gráfico tiene que adaptarse a dichos cambios, así como ser un pilar cuando la marca atraviese una crisis.
Como parte del branding y su correcto desarrollo, el diseño gráfico tiene la tarea de complacer los múltiples estímulos visuales de los consumidores. Es aquí donde surge la importancia de crear materiales visuales con base en lo que el consumidor busca o necesita.
Antes de crear cualquiera de ellos, deben tenerse muy presente las indicaciones del manual o plan de crisis con el que cuanta la empresa. En él se encontrarán las principales estrategias y pasos a seguir durante un declive y sus posibles respuestas.
A partir de dicho plan, es tarea del diseñador gráfico adaptar los materiales necesarios a las pautas planteadas. Al mismo tiempo, se debe tener presente la identidad visual de la marca para representar la naturaleza de esta al momento de crear una imagen que pueda conectar con los consumidores.
De acuerdo con datos de Bop Desing, en 45 por ciento de la imagen de la marca es atribuido a lo que dice y cómo lo dice. Si consideramos que una imagen habla más que mil palabras, el diseño gráfico se convierte en un buen salvavidas ante una catástrofe.
¿Cómo emplear correctamente el diseño gráfico en tiempo de crisis?
Cómo en toda estrategia, es necesario partir desde las directrices de marca, pues estas permiten controlar el modo en el que los profesionales implementan su proyecto. Tales directrices son las instrucciones sobre cómo usar la imagen de la empresa, así como lo que debe evitarse.
El tono, los colores, las texturas y la tipografía, entre otros aspectos, se encuentran considerados en estas directrices, y no es hasta que quedan claras que se puede dar inicio al proceso de creación del diseño gráfico, el cual incluye todos los pasos necesarios para producir un proyecto impreso o digital.
¿Cómo debe ser el mensaje de mi diseño gráfico?
Es muy importante considerar que todos los proyectos son diferentes, por lo que cada uno debe ejecutarse de acuerdo con las directrices establecidas, así que debes asegurarte de proporcionarle al diseñador gráfico todas las pautas necesarias para cumplir con su trabajo.
Si el diseño que busca generarse es subjetivo, su significado será el que le otorgue el consumidor por sí mismo. Este puede plasmar un punto de vista objetivo, pero su propósito es principalmente impulsar a las personas a fijar su atención en el producto o servicio que se ofrezca.
No todas las personas van a captar tu mensaje de la misma forma. Algunas pueden tener una idea más general del mismo sin poner atención a los detalles, mientras es posible que otras se enfoquen en estos últimos sin ver el mensaje de una forma integral.
La manera en la que el diseñador gráfico aplique su creatividad en este punto es lo que hace posible que todos los consumidores tengan una idea igual o similar acerca de una marca determinada.
Un diseñador eficiente es capaz de encontrar una solución innovadora desde varias herramientas, que puedan proporcionar diferentes perspectivas para identificar los elementos más importantes de la comunicación.
Datos de invesp revelan que el 22 por ciento de los consumidores menciona que la autenticidad es el atributo más importante de una marca.
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