La competencia entre marcas es inevitable y más en estos tiempos de innovación y desarrollo tecnológico. Sobre todo, porque gracias al internet y las redes sociales ya no es necesario tener un establecimiento físico para crear un negocio.
Se podría decir que, fue después de la pandemia de Covid-19 que el comercio electrónico cobró importancia significativamente dando paso a nuevas PyMEs y otros negocios minoristas como las famosas “nenis”.
De acuerdo con datos recopilados por Statista Digital Market Outlook, las ventas minoristas en Latinoamérica y el Caribe alcanzaron el valor de 80.500 millones de dólares y se estima que estas lleguen hasta los 105,500 millones de dólares para el 2025.
Por esto, las marcas no pueden tomarse un descanso y bajar la guardia, por el contrario, tienen que estar en alerta constante de las nuevas tendencias y exigencias de los consumidores para satisfacer y cumplir con todas sus expectativas.
Parte de esto también es conocer lo que está haciendo la competencia y monitorear sus pasos. Sobre todo, porque en estos tiempos de constantes cambios no se te puede ir ni un solo detalle.
¿En qué consiste conocer a mi competencia?
No estamos hablando de espiar cada paso de tu competencia, pero sí de reunir esfuerzos que te permitan reconocer las fallas y aciertos de tu némesis.
Conocer las estrategias que aplican en redes sociales y hacer un análisis de su sitio web son parte de todo esto. Pon especial atención en sus interacciones, qué tipo de contenido llama más la atención y cuál no le está funcionando.
Es bueno aprender de los errores, pero es mejor cuando aprendes de los errores ajenos. De este modo te evitas muchos problemas al saber lo que otras marcas han pasado.
No solo evitas arruinar tu proyección de marca, también evitas gastos innecesarios al tratar de arreglar una imagen dañada.
¿Cómo inicio el monitoreo de la competencia?
Céntrate en lo principal. Sabemos que hoy el mundo es cada vez más competitivo, por lo que no podrás estar detrás de todos y cada uno de los competidores. Así que ahora será el momento de reconocer a tus principales competidores.
Para esto podemos centrarnos en el público objetivo, zona geográfica, costos e inversiones, así se irá acortando nuestra lista.
Digamos que tu marca se dedica a vender muebles para el hogar, bueno no todas las empresas que vendan muebles son tu competencia porque algunos se dedican exclusivamente a mobiliario para oficina.
Ahora, ¿a quién va dedicado tu producto?, ¿hasta dónde llega tu marca?, y ¿en qué zonas geográficas está ubicada?
Solo aquellas marcas que cuenten con todos los aspectos similares a las de tu marca serán aquellas en los que deberás enfocar tus esfuerzos. Enlista las 10 más relevantes e inicia con estas, con el paso del tiempo verás que esta lista se irá reduciendo hasta las marcas más importantes.
El siguiente paso es establecer periodos de monitoreo, no tienes que estar pegado las 24 horas del día, destina cuanto tiempo pasarás haciéndolo e incluso puedes apoyarte en herramientas actuales como Alertas Google, Semrush o Similar Web que te avisan y ayudan a recolectar información crucial.
Conviértete en su fan y regístrate a su contenido, sin miedo alguno. De este modo conocerás cuáles son sus puntos fuertes.
Vuélvete su consumidor, acércate, conoce su producto o servicio y comprueba por ti mismo qué tan bueno es. Como mencionamos antes, no tengas miedo de volverte su seguidor, tanto en redes como en su blog o suscribirte a su contenido.
Por último, registra todos estos pasos y desarrolla un análisis sobre cada punto. No dejes de hacer tu tarea de investigación y convierte toda esta información en ideas para mejorar tu marca.
No se trata de copiar todas las estrategias de tu competencia, se trata de tomar inspiración para nuevas ideas, qué están haciendo mal, qué pueden mejorar y cómo puedes superarlos.